ARAGUANEY
cobija su figura,
las estrella se posan
en sus ramas con gracia,
llenando de colores
y brillos ancestrales
sus flores juveniles
que ríen con la luna.
Luego en el coqueteo
de la tierna mañana,
con sus brazos abiertos
y sonrisa dorada,
se presenta ante el sol
lleno de bendiciones,
alegrando la vida
de la Naturaleza.
Un araguaney, un guiño de luz del paisaje,...Muy bonito tu poema, pleno de imágenes que nos ayudan a volver a las primeras miradas,...Un saludo desde Tenerife
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